Crónica del Viaje del Club: USA

Por Joan Colet / The Stone Pony Club.

bruceUnos días antes de marcharnos, unos amigos me pidieron que les recomendara un buen disco de música country. Entre los que tengo, no supe elegir, ya que mis amigos buscaban un «country puro». ¿Hillbilly? Bueno, quizá no tanto. Entre las prisas, lo dejé aparcado para el viaje. Casualmente, en el vuelo de British Airways de Londres a Chicago, entre las selecciones musicales que podías escuchar durante las largas 9 horas de vuelo había bastante música country. Absorbí todas y cada una de las canciones de los 10 álbumes disponibles. Y entre ellos descubrí una joya que luego, a la postre, se convertiría en la «banda sonora oficial» del vehículo 1 de nuestro viaje: «El disco negro», así quedará para siempre bautizado, el disco de la Randy Rogers Band, que, como suponéis, su portada es negra.

Necesitaba empezar así la crónica porque una parte importantísima del viaje transcurrió en el interior de nuestros dos vehículos: imágenes, fotografías, risas, comentarios, sueños, siestas, comida basura (cuidado, no me refiero a las hamburguesas, sino a patatas fritas, gominolas, galletas…), comida «country» (carne seca), prisas, nervios y emoción por llegar a los sorteos de los pits, puestas de sol, amaneceres, ciervos, caballos y buhos muertos en el arcén (esta vez por suerte no nos llevamos a ningún animal por delante), ardillas y serpientes muertos en la calzada… Y música, mucha música, la mayoría claro del hombre-razón de nuestro viaje: Bruce Springsteen.

Cinco mil ochocientos treinta y dos kilómetros dan para mucho: lluvia, sol, tormentas de arena, incendios causados por el viento (con casa ardiendo incluida), nieve, más nieve, sol de nuevo, desierto, desierto con tormenta y relámpagos, arco iris…). Tierras de contrastes impresionantes, en media hora sales de una nevada que no te deja ver más allá de 2 metros, cruzando las Rocosas, a adentrarte en el desierto de Arizona; en cinco minutos sales de los rascacielos de Houston o Dallas para sumergirte en la América más profunda, la que el tópico define como «la América que no sale en las postales». Esa América de las casas abandonadas, viviendas-vagón, camiones y coches aparcados entre los matojos de hierba, oxidados bajo el sol de cinco décadas, pueblos en los que parece que se ha parado el tiempo, supermercados de otra época, con protagonistas de película de serie B en blanco y negro. Hemos sido protagonistas de primera mano de la crisis actual, ya se sabe, cuando en la costa este (New York-Boston-Washington) se resfrían, en la «otra América» pillan una neumonía.

5.832 km. Cruzamos las fronteras de los estados de Texas con Oklahoma, Oklahoma con Texas, Texas con Nuevo México, Nuevo México con Colorado, Colorado con Arizona, Arizona con Utah, Utah con Arizona y finalmente, Arizona con Nevada. Circulamos por autopistas de infinitas rectas, carreteras de montaña sin quitamiedos, cruzamos auténticos pueblos de buscadores de oro, donde todavía existen las minas, conducimos incluso por la legendaria Ruta 66. No encontramos al fantasma de Tom Joad, pero si muchos se le parecían. Incluso estuvimos en el llamado «Four Points» donde los indios Navajos explotan un punto cardinal donde confluyen Colorado, Nuevo México, Arizona y Utah. Puedes tener los pies en cuatro estados al mismo tiempo, eso sí, por $3 por persona. Y es que los indios, a pesar de que en su propio museo se describen como «pueblo del cuarto mundo», saben mucho ultimamente de esto de las finanzas.

Bueno, una vez soltado el prólogo, vamos a lo que os interesa de verdad: los conciertos de Bruce y la E Street Band. El primero fue en Austin, la capital administrativa del estado de Texas:

AUSTIN 5 ABRIL 2009

bruceAntes de dirigirnos al pabellón para asistir al 3º concierto de la gira Working On A Dream y nuestro primer concierto de esta gira para nosotros, en el parking del hotel donde nos alojamos, se hallaban tres americanos sentados junto al coche, cerveza en mano, con la música de Bruce sonando a tope. Típica imagen de los conciertos americanos, aunque la sueles ver en los parkings de los pabellones, no en el hotel a 5 km. de distancia. No tenían mal gusto los chicos: sonaba Badlands y posteriormente Jungleland. Después nos dimos cuenta que fue una señal de lo que horas más tarde disfrutaríamos en directo.

Al llegar al pabellón fuimos a recoger las pulseras que nos permitían participar en el sorteo para entrar al pit (todos los 11 del grupo teníamos entradas de pista para los cuatro conciertos a los que fuimos). Sabía que Austin y Denver iban a ser los shows con más fans, o mejor dicho, son ciudades más springsteenianas. Tulsa y Houston no prometían tanto. Se cumplieron los pronosticos, tanto en público como en repertorio de los conciertos. Se repartieron un total de 600 pulseras y el número que tocó fue el 195, dentro de los afortunados que entraron en el pit nos encontrábamos nosotros, el grupo del Stone Pony. El pequeño pabellón Frank Erwin Center, multiusos, tiene forma redonda, pintado color crema o arena, y se llenó con unas 12.000 personas.

El concierto comenzó a las 20:20 horas, con los 3/4 de hora típicos de retraso en USA. Por el momento esta gira se abre con Badlands, que aún siendo el principio del concierto se hace la versión con repris de la misma manera en que se hacía en la gira pasada antes de acabar el set que daba paso a los bises. El escenario, con semejanza al de la gira de Magic, con ligeros cambios: gran pantalla alargada y horizontal detrás del escenario, donde se proyectaban imágenes en algunas canciones pero no en todas y Gary Tallent se sitúa ahora a la derecha de Max, en una posición más visible. Después de una versión con mucha fuerza de Badlands, llegaba la esperada Outlaw Pete. Fue una versión un poco más corta que la del disco, una canción épica en adaptación más rockera. En la pantalla alargada de la parte de atrás se reflejaban imágenes de
nubes en movimiento y también imágenes del espectacular Monument Valley, imagen típica del oeste americano, presagio de lo que veríamos en primera persona en pocos días.

En la parte final de la canción Bruce se pone un sombrero de cowboy y el público se volvía loco (y nosotros también). La armónica utilizada en Outlaw Pete es tocada por Clarence y las campanas son grabadas o sintetizadas. En esta canción la gran protagonista es la guitarra de Steve. Es una versión intensa terminando la última estrofa «Can you hear me?» con el público cantando animados por Bruce. Destacar también que en esta canción aparecen por primera vez en el show dos coristas que Bruce ya llevaba en la Seeger Sessions: Curtis King y Cindy Mizelle, que iran apareciendo durante todo el concierto en algunas canciones.

Después de Outlaw Pete, llegó el turno a My Lucky Day, la cual en los tres conciertos siguientes se cae del set, versión como la del disco. La cuarta canción fue Working On A Dream, en la que vuelven a aparecer los dos coristas. Como características de esta versión es que el silbido de la versión del disco que a muchos no gusta, aquí en directo lo hace Clarence de manera magistral y es un momento muy aplaudido por el público. O sea que los detractores del sílbido, tendrán que esperar a verlo en directo para opinar de nuevo. En mitad de Working On A Dream, Bruce realiza uno de sus speechs de predicador, haciendo levantar de sus asientos a todo el público que se encuentra sentado. En el discurso como novedad participa Clarence contestando y ratificando lo que dice Bruce. Parecen vendedores de exilires de la vida del lejano oeste. Otra de las canciones elegidas para este show fue Because The Night, en la que a diferencia de la versión que se hacía en Magic, Nils no realiza el gran y explosivo solo de guitarra clásico, sino que lo efectúa el propio Bruce.

Impresionante versión de Prove It All Night con un gran solo de guitarra de Bruce, y como anécdota en la primera estrofa Bruce se comió unas líneas. Como novedad en esta gira y siendo fija por el momento, una renovada versión de Johnny 99, con estilo country, siendo protagonistas el pedal stell de Nils, los violines de Soozie adquiriendo el mayor protagonismo y Bruce imitando en la segunda mitad de la canción el «uh! uh!» del claxon de los camiones antiguos. Todo el pabellón acaba cantando el «uh! uh!» tirando con el brazo de la cuerda que hacia sonar los claxons. Si a Nils le han «robado» el protagonismo en Because The Night, la recupera en una versión banda clásica de Youngstown, con muchisima fuerza como siempre y con el impresionante solo de Nils.

Otra canción elegida y que por el momento es fija en esta gira es la versión clásica de la época Born In The USA y publicada en el Live 1975-85: Seeds (con derroche de fuerza y energia). Del nuevo disco fue tocada la preciosa Kingdom Of Days, en la que Patti acompaña a Bruce en el centro del escenario cantando los coros de la canción.

El inicio de Working On The Highway lo utiliza Bruce para recoger carteles con las peticiones de canciones. En este concierto de Austin cogió muy pocos carteles. Bruce estuvo muy poco receptivo con el público de las primera filas durante todo el concierto y no se dejaba tocar por el mismo en ningún momento. Versión como siempre divertida de Working On The Highway, en la que el micrófono se pone en la pasarela central que esta junto al público, como ya se hacia en la gira anterior y donde Bruce despliega armado con su guitarra acústica negra con el símbolo del corazón atravesado con las tres espadas todas sus poses sexis habituales.

Después pasó a una de las canciones pedidas por el público, Sherry Darling. Como anécdota Bruce tuvo que acercarse a Clarence a decirle cual era la canción que había que tocar ya que no la había visto desde el cartel. El solo de saxo de Clarence le costó un poco arrancarlo, versión como la del disco. La segunda canción que tocó a petición del público fue I’m A Rocker, la cual se la pasó Bruce leyendo a través del teleprompter.

Out In The Street es la primera canción del show en la que Bruce baja a las pasarelas donde se encuentra el público, donde se acerca a los fans, tanto en la parte trasera como delantera del escenario, pero que como característica y a diferencia de la gira Magic Bruce casi no se deja tocar por el público. La quinta y última canción del nuevo disco es The Wrestler, versión perfecta de esta preciosa canción, muy aplaudida. Tocó Waiting On A Sunny Day, donde Bruce y Max no se pusieron de acuerdo en la parte final de la canción. Como hacía en la gira de Magic hizo cantar el estribillo a varios niños.

En la canción de 10th Avenue Frezze-Out Bruce se pasea por las pasarelas al lado del público y aparecen las letras del titulo la pantalla de atrás cuando Bruce canta el estribillo. Versión clásica de The Promised Land, en la cual la armónica se la regaló a una niña que estaba en la primera fila y que la hizo cantar en Waitin’ On A Sunny Day. La única presencia del disco Magic es la versión de Radio Nowhere, siendo igual que la anterior gira y en la que se emiten imágenes por la pantalla de atrás de antenas e imágenes de nubes en movimiento hacia atrás en blanco y negro.

El set termina con Born To Run, siendo uno de los cambios con respecto a la gira Magic que se cantaba en bises. Los bises comienzan con Hard Times con protagonismo de los nuevos coristas junto con los coros también de Soozie, Patti y Clarence y en la que antes de empezar la canción Bruce lanza un discurso pidiendo que los malos tiempos no vuelvan. Termina solicitando ayuda para el Banco de Alimentos de Texas. Esta canción es un homenaje a Obama y a que no vuelvan tiempos anteriores…

La gran sorpresa llegó en los bises, con una espectacular versión de Jungleland, primera vez en la nueva gira que canta una de las canciones épicas. El solo de saxo de Clarence fue perfecto e impecable al igual que el resto de la canción. Y al final del tema Bruce presentó a Clarence y Roy Bittan, tal y como hacía antaño.

Otra de las canciones de los bises fue la recuperada Land Of Hope And Dreams, como novedad en esta gira con respecto a Magic y fija por el momento. Versión clásica. Y como en la gira anterior, sigue siendo igualmente fija, la versión clásica de American Land. En este show American Land no quedó como la última canción, tocando una más como regalo al público, siendo a petición de un cartel del pit: Glory Days. El cartel lo pidió Bruce entre el público y los fans que tenían el cartel tardaron un rato en dárselo. Una vez lo tuvo lo colocó a pie de micrófono. Se le caía a cada momento y Bruce lo cogía y lo colocaba de nuevo.

Hacia el final del show en la canción de American Land varios miembros de seguridad entraron al pit, ya que pensaban que el concierto ya se acababa, lo que demostró que la última canción no estaba prevista por Bruce. A Bruce se le notaba muy contento y esto se demostró en la duración del concierto: 2 horas 55 minutos, duración que en un principio de gira tiene mucho mérito.

En esta gira Clarence se pasa la mayoría del show en un taburete especial con una gran base para que pueda aguantar y destacamos la asombrosa recuperación de Nils después de haber sido sometido meses antes a la operación de las dos caderas.

La sensación general es que se trata de una gira continuación del Magic, con algún cambio lógicamente y con la tónica de cambiar canciones cada noche, siendo muy escasa la presencia del nuevo disco.

TULSA 7 ABRIL 2009

bruceLlegamos al pabellón a las 4 de la tarde para recoger las pulseras para el sorteo del pit. Repartieron 510 números y entraban 400 personas. El numero que toco fue el 394 y esta vez, nuestro grupo no tuvo tanta suerte, nuestros números estaban entre el 377 hasta el 387, así que por 7 números no pudimos acceder al pit. El concierto empezó a las 20:01. El BOK Center es un pabellón nuevo, con un diseño bonito y modernista que recuerda al estilo Guggenheim.

Badlands abrió el show, en la pantalla aparecieron como en el anterior concierto las nubes en movimiento de derecha a izquierda. Esta vez el escenario estaba compuesto por la pantalla alargada de atrás, las dos pantallas frontales laterales y otras dos pantallas frontales verticales situadas encima del escenario, con imágenes diferentes entre ellas y entre las pantallas laterales. Badlands con protagonismo absoluto en las dos pantallas frontales de encima del escenario de Bruce y Steve.

Cae del set My Lucky Day, tampoco tocó She’s The One ni Radio Nowhere que fueron tocadas en el anterior concierto de Austin.

La segunda canción Outlaw Pete, versión como la del dia anterior. Después de Outlaw Pete tocaron Night. Versión clásica.

En la canción de Seeds aparece en la pantalla alargada de detrás fotogramas de vías de tren en movimiento, vagones con vagabundos, que aparecerán igualmente en los siguientes conciertos. La imagen del tren de mercancias siempre omnipresente en los conciertos de Bruce. En la canción de Johnny 99 aparece en la pantalla alargada de atrás unos barrotes de una cárcel.

En las canciones de Born To Run y Dancing In The Dark aparecen en la pantalla de atrás público en primer plano y en The Rising aparecen puntos grandes blancos. En Kingdom Of Days aparecen en las pantallas frontales de arriba Bruce y Patti como protagonistas.

Como siempre la canción de Working On The Highway dio paso a la recogida de carteles por parte de Bruce, esta vez a diferencia del concierto de Austin recogió muchos carteles. Estuvo Bruce mucho más receptivo con el publico que en el concierto de Austin y ya si se dejo tocar por la gente de las primeras filas.

La primera de las canciones a petición fue I’m On Fire que como en la gira del Magic, colocaron una silla en la pasarela central (esta vez y como anécdota, en vez de chicas guapas en las primeras filas se encontraban tan sólo hombres, ¿será influencia de Patti?). El final de la canción lo hizo con los gritos semejantes a la versión del disco.

La segunda canción por petición fue I’m Going Down, versión clásica, donde percibimos que al principio le costó enganchar los acordes. El cartel que solicitó esta canción era muy bonito, se notaba que habían puesto corazón y alma en su confección.

Los bises se abrieron de nuevo con Hard Times, donde pidió ayuda para el Banco de Alimentos de Oklahoma. Posteriormente, a petición del publico tocó Rosalita, versión clásica, donde Bruce se puso el sombrero de Clarence, el cual le iba enorme. Volvió Dancing In The Dark, la versión rockera clásica de los últimos años.

Este concierto fue el más corto de los cuatro que hemos visto el grupo del Stone Pony, con una duración de 2 horas y 22 minutos, seguramente porque al día siguiente actuaba en Houston sin tener día de descanso. Y por este motivo también empezó más pronto el concierto que normalmente (a las 8 en punto). Tras este concierto de Tulsa, el protagonismo de los temas del nuevo disco se reduce de 5 a 4 interpretaciones. Jamás en una gira de Bruce un nuevo disco había tenido tan poca presencia.

HOUSTON 8 ABRIL 2009

bruceEste es el quinto concierto de la nueva gira y tercer concierto de nuestro viaje. Conseguimos llegar para el reparto de las pulseras del sorteo del pit. Esta vez se repartieron 454 pulseras y toco el numero 401, nosotros teníamos del numero 350 al 360, pero hubo suerte para todo el mundo, ya que todas las pulseras repartidas pudieron entrar al pit, dado el escaso numero de pulseras repartidas (una prueba de la poca repercusión que tenía el show de Bruce en Houston).

El concierto comenzó a las 20:15 horas. El pabellón Toyota Center, donde juegan los Houston Rockets de la NBA, es muy grande y por ello, la grada superior del fondo estaba tapada con lonas. Esta vez en el escenario no se encontraban las dos pantalals frontales de arriba del escenario. El escenario estaba compuesto de la pantalla alargada horizontal de la parte trasera del escenario y de las habituales pantallas frontales laterales. A la entrada al pabellón, antes de entrar a la pista, donde nos organizaban la cola del pit tuvimos que esperar un rato ya que Bruce y la banda todavía estaban realizando la prueba de sonido. Pudimos escuchar parte de los ensayos y ver a Bruce desde una de las pantallas. Se escuchó Kingdom Of Days junto con Patti. También ensayó varios fragmentos de The Ghost Of Tom Joad, el solo de guitarra de Nills y también fragmentos en que la que se escuchaba cantando a otra persona junto con Bruce (quizá un técnico o Curtis King) ya que luego no hubo invitados). Bruce iba en el ensayo con un gorro que le cubría la cabeza. Se tocó un repertorio muy parecido al del día anterior en Tulsa con tan solo cuatro canciones diferentes.

Las cuatro canciones diferentes fueron No Surrender, versión clásica en la que Bruce saltó a la pasarela central y Nils le siguió sin que Bruce le hubiera dicho nada. Nils se dio cuenta e iba a regresar a su puesto. Entonces Bruce, que lo había visto de reojo, «le perdonó la vida» y le hizo un gesto para fuera junto a él a la pasarela central. Ya se sabe, el Jefe es el Jefe.

El segundo cambio con respeto a la noche anterior fue The Ghost Of Tom Joad, con impresionante solo de guitarra de Nils tanto a media canción como al final de la misma. Con Charlie Giordano tocando el acordeón.

El tercer cambio fue Cadillac Ranch, con Soozie al violín. Versión clásica y potente.

Y el cuarto y ultimo cambio vino con It’s Hard To Be A Saint In The City, versión improvisada al principio y con el clásico duelo de guitarras entre Bruce y Steve al final. Este tema fue a petición y en la pancarta aparecía Freehold.

Entre los clasicos carteles de petición se encontraba una senyera catalana que llevaba un chico de nuestro grupo en la que se rezaba «For Barcelona Incident please!!» También en las primeras filas había unos fans que llevaban un cuadro grande con una foto homenaje a Danny, y un cartel que decía «Una chica de Freehold quiere saber si Rosie saldrá esta noche».

Esta vez en la canción de Waiting On A Sunny Day Bruce no hizo cantar a ningun niño. Soozie al principio de iniciar la canción, se dio cuenta que el violín no sonaba porque estaba desconectado y tuvo que enchufarlo ella misma.

En The Promised Land la armónica se la regaló a una niña que estaba en la primera fila. En este show, al igual que en el anterior, Bruce se dejaba tocar en las canciones en las que se acercaba a las pasarelas.

En los bises volvió a tocar Rosalita y como anécdota divertida Steve se situó entre Soozie y Patti bromeando por estar rodeado por dos chicas. La ya fija Hard Times la dedicó al Banco de Alimentos de Houston.

La duración del concierto fue de 2 horas 34 minutos. En el merchandising ademas de las nuevas camisetas y accesorios de la nueva gira se venden los artículos de la gira anterior. Destacar una nueva sudadera que cuesta 60$, camisetas a 35 y 40$ y destacar que no hay magnets del nuevo disco (llaveros sí).

DENVER 10 ABRIL 2009

bruceBruce desenchufó con fuerza su Fender y tras dar diez vueltas a su guitarra a través de su cuerpo dio por finalizado un concierto épico que pasará a los anales de la historia del estado de Colorado.

Ni el caos organizativo del «doble» de Willie Nile que repartió pulseras hasta las 17:30 de la tarde (casi 1.000 numeros), no pudo empañar lo que sería una velada histórica. El número que tocó en el sorteo del pit fue el 296 y nuestro grupo tenía del 488 al 498 y entraban en el pit 430 personas, con lo que fuimos de los afortunados. Tres de cuatro, nada mal. En la cola las petacas y las botellas de whisky eran protagonistas entre bastante de los asistentes. Era lamentable. Y llegar y besar el santo, como dicen, fue para una chica de primera fila, que era su primer concierto de Bruce y cantó al micrófono parte del Waitin’.

El concierto empezó a las 20:10 horas, con Badlands como es habitual, versión con una extraordinaria fuerza gracias al apoyo del público. Y rompió por primera vez en el tour el dúo Badlands-Outlaw Pete, tocando entre las dos The Ties That Bind, que debutaba en esta gira. Una versión muy parecida a la del disco The River.

Outlaw Pete fue también una gran versión gracias nuevamente al público que daba todo su apoyo a Bruce. ¿Será Pete originario de Colorado?. Tras esta, una divertida Out In The Street, en la que Bruce se acercó ya con más convicción a las pasarelas del publico y se dejó tocar.

La introducción de Darlington County fue la encargada de abrir paso a la recogida de carteles, sustituyéndo hasta ahora habitual Working On The Highway. En Denver recogió muchísimos carteles y cuando llegó al lado derecho ya no pudo coger más, ni con los dientes.

Después de la divertida Darlington County vino la primera gran sorpresa de la noche. A petición interpretaron The E Street Shuffle. Al principio de la canción la banda iba un poco descoordinada pero después cogieron el ritmo y fue una buena versión como la del disco. Como anécdota Nils tuvo que acercarse al cartel que Bruce había dejado a pie de micrófono para ver cúal había sido la cancion elegida.

A continuación tocó a petición (en el cartel rezaba «BRUCE PROVE IT!») Prove it All Night, versión potentísima con un espectacular solo de Bruce. Después le tocó el turno a Tougher Than The Rest (esta no fue a petición), un inicio con Max un poco descompensado. Patti en los coros. Debut en la nueva gira.

Y la gran sorpresa del set fue la fantástica Racing In The Street. Impresionante versión, aunque algunos energumenos del público se pasaron toda la canción charlando. En Waitin’ On A Sunny Day Bruce le puso el micrófono para cantar el estribillo a un chico de nuestro grupo (felicidades Jaume).

En Youngstown Nils nos deleitó con un fantástico solo de guitarra y en los bises la habitual Hard Times con solicitud de ayuda al Banco de Alimentos de las Rocosas. También en bises, tocó Thunder Road y en la parte final se acercó a la pasarela donde estabamos. Se dirigió a la revista del club que sostenía Belen, la señaló y dijo «Barcelona. Yes!», pero la revista no la cogió. No cada año se puede tener la misma suerte. A partir de Thunder Road la revista quedó encima de la pasarela por si Bruce la hubiera querido coger. Formó parte del concierto y los miembros de seguridad, aunque se la miraban de reojo, no hicieron nada por sacarla de allí.

Tras Thunder Road tocó Tenth Avenue Frezze-Out. Esta es la canción que Bruce aprovecha en todos los conciertos para lanzarse de rodillas a través del escenario, lo que demuestra que año tras año sigue en forma.

Seguidamente Land Of Hope And Dreams, American Land y Glory Days. En Glory Days Bruce hizo la broma con Steve de que es tarde y hay que marcharse, ya sabéis, el «¿Qué hora és?»… «It’s Boss Time». Momento como siempre divertido y el público totalmente volcado con Bruce.

La duración del concierto fue de 2 horas y 46 minutos. Un concierto en el que Bruce y la banda estaban eufóricos y muy contentos y dieron lo máximo de sí mismos, brindándonos a los asistentes un fantástico y emocionante concierto. Y rompiendo el mito de que los comienzos de gira son más flojos. Increíble la gran recuperación de Nils y lo que se mueve! El público muy animado que ayudó a que el concierto fuera muy divertido. Sin duda, Denver, una plaza especial para Bruce y los chicos.

REFLEXIONES FINALES

Agradecer el compañerismo que se creo en el grupo del viaje, una vez más, habéis sido todos fantásticos. Adolfo, Belén, Estrella, Georgina, Jaume, Marta, Magela, Montse, Pepe y Sergio, muchas gracias a todos, y gracias también por haber ayudado en las crónicas de los conciertos. Algunas imágenes quedarán ya para siempre grabadas en nuestras púpilas. San Antonio, preciosa ciudad que descubrimos por casualidad, con el histórico/a fuerte/misión de El Alamo. Parecía que en cualquier momento aparecería John Wayne de alguna esquina. Galveston, ciudad condenada a ser arrasada por huracanes década si, década también, y su bahía, inmortalizada por Bruce en su canción Galveston Bay. Dallas, esa ciudad petrolera famosa tristemente por el asesinato en 1963 del presidente Kennedy. Estuvimos también allí, en el edificio desde donde le dispararon, reconvertido ahora en museo, y en la calle donde circulaba su vehículo. Por un momento parecía que el tiempo se había parado. Esa sensación se repitió varias veces durante el viaje. Ya se sabe, al sur le cuesta avanzar. Las Vegas, llegando de noche, con sus casinos y su frikismo, otra imagen impactante, con ese oceano de luces insostenible. Vestirte con sombrero cowboy y caminar por esas vías de tren infinitas, con la única compañía de tu propia sombra. Y la selva de Johsua Threes que descubrimos camino del Skywalk de los indios Hualapai. Allí aprendimos a volar sobre el Gran Cañón y más de uno consiguió convertir su vertigo en cosas del pasado. Y también aprendimos a sufrir por unos litros de gasolina. Ese Gran Cañón, indómito, indescriptible, no te cansas de verlo desde tu perspectiva de mosca humana. Y para finalizar, el impresionante Monument Valley, que cortaba literalmente la respiración. Si hay pocos sitios en el planeta donde puedes sentir una experiencia espiritual, en aquellas estructuras caprichosas de la naturaleza del desierto de Utah, es uno de esos lugares sin duda. Parecía que estuvieras viendo la sombra del fantasma de Outlaw Pete o de algún guerrero indio montando un precioso caballo blanco. Espero que algún día todos los que habéis llegado hasta aquí en vuestra lectura podáis vivirlo en primera persona, escuchando el «compact negro» de la banda de Randy Rogers, o, en su defecto, el de la banda de Zac Brown, donde descubriréis la receta y el «asesinato» del pobre pollo frito. Pero esa ya es otra historia. – Joan Colet

foto

Puedes ver fotografías del viaje en este link

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